Sólo pienso en ti
cuando te cruzas conmigo,
solo pienso en ti
cuando te veo en sueños,
sólo pienso en ti
cuando creo verte entre la gente,
sólo pienso en ti
cuando te espío en plena calle,
sólo pienso en ti,
sólo pienso en ti.
Tú no sabes
de mí
y yo creo
conocerte
desde el
principio de los siglos.
Sólo pienso
en ti
y no tenerte
destruye mi
presente,
y no poder
besarte,
y no poder
amarte
me va
quemando
en esta
locura,
que teje
lazos de amargura.
Mi vida está
vacía,
mi alma
desconoce las sonrisas,
mi corazón
ya no late de alegría,
mi felicidad
es un aura fría.
Sólo pienso en ti
cuando te cruzas conmigo,
solo pienso en ti
cuando te veo en sueños,
sólo pienso en ti
cuando creo verte entre la gente,
sólo pienso en ti
cuando te espío en plena calle,
sólo pienso en ti,
sólo pienso en ti.
Ya no sé
sentir amor
porque me
faltas tú.
Nos cruzamos
todos los días
y ni
siquiera me miras,
y ni
siquiera en mí te fijas,
para ti,
ni siquiera
existo.
Pasas a mi
lado
y no me
siento
como un ser
humano
si no existo
para ti.
Sólo pienso en ti
cuando te cruzas conmigo,
solo pienso en ti
cuando te veo en sueños,
sólo pienso en ti
cuando creo verte entre la gente,
sólo pienso en ti
cuando te espío en plena calle,
sólo pienso en ti,
sólo pienso en ti.
Sólo pienso
en ti
y no tenerte
destruye mi
presente,
y no poder
besarte,
y no poder
amarte
me va
quemando
en esta
locura,
que teje
lazos de amargura.
Poesía de Elena Prieto, fotografía Maryjoses, ambas socias de ORM España.